EL MALTRATO ANIMAL,
ES PERVERSIÓN.
Laura Fernández
columnista de la revista Derecho y Cambio Social de España, plantea: “el
maltrato animal se define como un “comportamiento
socialmente inaceptable que intencionalmente causa dolor innecesario, sufrimiento,
angustia y/o muerte de una animal. Está categorizado según la naturaleza de los
actos. Son directos cuando existe una falta intencional como la tortura,
mutilación o el asesinato de un animal e indirectos como la negligencia de
cuidados o abandono”.[1]
LA NEGLIGENCIA O ABANDONO:
Causan
sufrimiento y angustia al animal. Propio de personas profundamente EGOÍSTAS, INDOLENTES: “Incapaces de
conmoverse o sentirse afectado por algo”, insensibles, en especial al dolor
ajeno. Sujetos sumergidos en sí mismos, para quien no existe el otro. Motivados por la pereza que es el generador de
todos los males. Según Scott Peck: “el mal es la pereza llevada a su último
extremo” (1). La razón: La pereza es un estado de quietud, propio del instinto
de muerte: “La quietud absoluta” llamada Thanatos, que también es la generadora
de la agresividad y DEGENERADORA DE LA
PERSONALIDAD: impide el desarrollo de talentos que requieren disciplina y
oprime al otro de forma agresiva para que haga por él, LO QUE LE DA PEREZA HACER POR SI
MISMO, tratándolo como esclavo mientras mantiene una posición de AMO: dominante e intimidador para
mantenerlo sometido. Frustrado por su poquedad, PROYECTA EN EL OTRO la ira
contra sí mismo. Lo trata con el mismo desprecio, que siente por su propio ser.
LA CRUELDAD: TORTURA Y
MUERTE DEL ANIMAL
Causan
dolor y muerte. Es el sádico, que inflinge al otro, en estado de
vulnerabilidad, el castigo que sabe que
merece.
En un
estudio presentado en el 68 Congreso de la American Society of Criminology of
Chicago sobre trastorno de personalidad y maltrato animal, en una muestra de 52
casos se encontró que el 85% de los asesinos tenían trastorno antisocial y el
90% había tenido historial de maltrato animal
Según el DSM-IV
este trastorno tiene aparición desde la infancia o en su mayoría en la
adolescencia antes de los 15 años, en particular los adolescentes con conducta rebelde que son
los más cercanos a sufrir este tipo de trastorno. En estos casos, los maltratos
a animales son comunes presentando conductas como sadismo y crueldad. Como
conclusión el maltrato animal por menores es un signo de psicopatía.
Los asesinos en serie exhiben tres conductas en la infancia donde se destaca el
homicidio en animales para practicar, antes de matar a sus víctimas humanas. Esta es la consecuencia de la frustración, pues no pueden tomar
represalias contra sus agresores o de
cualquier motivo que les haya causado
ese sentimiento.
Son
personas intolerantes a la frustración, porque “su deseo es ley” y todo lo qué
quiere, “debe hacerse”, porque son AMOS.
Su deseo es suficiente para que se concrete en lo real. Eso es “narcisismo” (propio de los bebes durante sus primeros 8
meses de vida, etapa en la que existe una simbiosis psicológica entre él y su
madre como una extensión de sí mismo que mueve a su voluntad), solo existen él
y su imagen. Para ellos no existe el otro y lo otro, todo lo que existe, es una
proyección de sí mismo, de su deseo.
Son
seres caprichosos, impulsivos, dominantes, rabiosos, tercos, desconsiderados,
TIRANOS. Son amos, todo y todos, están bajo “su poder”. El poder que le da, no
la fuerza, sino la ocasión. Se trata de un sujeto débil porque no tiene
“fuerza” de voluntad para “auto controlarse”. Es un esclavo de sus apetitos.
Por eso quiere controlar, dominar a
todos y todo, para sentir control sobre su vida –esclavizada al instinto- a
través del otro al que controla, domina y somete. Por eso el odio por el otro o
lo otro, en el que se proyectan y descargan
la rabia en que viven por la frustración de la negación de sus deseos
RESUMIENDO:
Inflinge al otro que está en condiciones de vulnerabilidad, el castigo que
siente que debería recibir por su debilidad, por su cobardía. Genera en el otro
(su imagen proyectada), el dolor que el mismo merece. Es por eso que la
psicología criminal, plantea la búsqueda permanente del delincuente de ser
castigado; por eso deja rastros y vuelve al lugar del crimen.
El cobarde es peligroso porque busca la ocasión de
satisfacer la ira que reprime, hasta que se presenta la ocasión. Frustrado por no poder tomar represalias contra sus agresores o de
cualquier motivo que les haya causado ese sentimiento. El asesino Kürten liquidaba para “aleccionar una sociedad opresiva”.
LA REBELDÍA:
¿De dónde viene la ira? De la frustración
permanente del deseo insatisfecho, ya que no acepta el NO como respuesta. No acepta
límites.
El no, es el que saca al sujeto del narcisismo y le
muestra que su deseo NO necesariamente se concreta. Que existe el otro que se
lo niega, o lo otro que él no puede crear. La frustración nos educa, nos
muestra que la realidad va más allá de mi deseo: el joven que no me presta
atención, el trabajo que no me dieron, el talento que nunca tuve, el paseo que
no pude realizar, etc. El que no acepta la frustración, no se entristece, SE
ENFURECE y se desahoga con el más débil, el que está a su merced, porque la ocasión
o las circunstancias se lo permiten. Es lo que hace el amo con el esclavo en
“incapacidad de resistir” porque está desprotegido por la ley.
¿PORQUE SE
MALTRATAN LOS ANIMALES?
Por lo mismo que se maltratan los niños, las
mujeres, población vulnerable y minorías étnicas. Porque ven la oportunidad de desahogar su ira sin consecuencias:
·
Oportunidad: las circunstancias están dadas por
las condiciones de indefensión de su víctima por circunstancias individuales o externas.
Se trata de una criatura débil (animal,
niño, mujer atemorizada o frágil) Y DESPROTEGIDA. Ven la ocasión de
desahogar en ellos, “gracias a su debilidad” y vulnerabilidad, la rabia y el desprecio que sienten por sí
mismos porque “se saben débiles”, por su cobardía. Estos personajes nunca
enfrentan un igual.
·
Sin consecuencias: El desprecio por los animales al que no se le conceden DERECHOS QUE LOS PROTEJAN (a lo sumo, “garantías” como a un T.V o
nevera), se manifiesta en la tendencia a calificar a “lo peor del ser humano”
con nombres de animales: perro(a), rata, lagarto, burro, víbora, etc. Por eso
los tratan como “lo peor”. Incluso el término “animal”, es un calificativo
despectivo. Cuando lo real, es que mucho tenemos que aprender de ellos.
De los perros hemos aprendido mucho, por ejemplo, la lealtad es el otro
nombre de “Bobby” un perro skye terrier quien se hizo famoso por pasar 14 años
sin alejarse de la tumba de su dueño. “Chonino”, un pastor alemán de origen
argentino que le enseñó al mundo qué es la valentía, cuando perdió la vida en
la detención de los delincuentes que habían herido a sus dueños.
Sin embargo,
algunos individuos que presentan trastornos psicológicos atentan contra la vida
de estas mascotas, lo que se convierte en un rasgo serio de perturbación en el
comportamiento. Desde la otra orilla, y aunque parezca paradójico, las
mascotas contribuyen a salvar y a reconstruir vidas humanas.
Según Scott Peck:”Existen personas e instituciones que reaccionan con
odio ante la presencia de la bondad y están dispuestas a destruirla en la
medida de sus posibilidades….Las personas malvadas odian la luz porque está les
revela su propia esencia. Odian el bien porque les revela su maldad; odian el
amor porque les revela su pereza” (pg.: 277)
TOLERAR EL MALTRATO, LO
PERPETÚA
En
ambos casos, por indolencia o crueldad, es la ausencia de CONCIENCIA. Esta es
la que nos impulsa a sobreponernos al egoísmo, la pereza y la ira, para hacer
lo correcto.
Cuando
no hay conciencia, la autoridad debe actuar para exigir la actitud correcta
so-pena de castigo.
En una entrevista a Erika Granja, psicóloga de
la Universidad Javeriana, quien ha realizado varios estudios
sobre el tema, nos da una luz sobre una posible razón patológica sustentada en
varios estudios psicológicos que revelan que en las familias donde se han
presentado casos de maltrato y comportamientos violentos dirigidos hacia los
más débiles como mujeres, niños, ancianos y animales de compañía y son aceptados por los espectadores
sin repercusiones, el agresor cobra más fuerza.
Finanzas,
Gobierno y Relaciones Internacionales
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