CAPITULO
IX
LA HIPOCRESIA
La forma de escamotear lo ético ante los otro
Amparo es una joven
universitaria que consulta por ansiedad,
dentro del proceso de evaluación se presenta el siguiente
incidente:
P: “Terminé con el novio esta semana. Su novia era mi mejor amiga, cuando
él le terminó, intentó suicidarse
tomándose algo. Yo no quiero estar en
relaciones conflictivas. El es muy intenso para lo positivo y lo negativo. Yo
soy muy tranquila, el es muy tenso, es problemático. Cuando estaba con él, no
quería pensar en el futuro”.
T.: ¿Por qué aceptó esa relación triangular?
P.: No quería un
compromiso.
T.: Para ti era un pasatiempo y para tu mejor amiga era su
vida. Pero el juego te daba placer sin responsabilidad, sin compromiso.
Entonces cuenta
un sueño.
Sueño
Estábamos en la finca de unos amigos de mis papás, el señor
empezó a decir que venían unos duendes.
Cogió una personita con sombrerito; me daba pánico tocarlo, pero lo empecé a
tocar y se me fue quitando el miedo.
Empezaron a llegar un millón, histéricos porque habían cogido un duende.
Miguel decía que era real aunque no creyeran en él, o en ellos. Luego me fui a hacer un trabajo con una
compañera.
Asociaciones:
- Duende: tenía
gestos de pícaro, se movía mucho, mucho; me daba asco y miedo, eso me
pasa con los animales, incluso en imágenes. Era como un buho; todo mundo
lo tocaba, todo mundo feliz con el buhito.
- Buho.
Convencionalmente es sabiduría. Tienen
cara de traicioneros, me da miedo su
mirada.
- Hombre pequeño.
Tramposo, no son hombres, entre hombre y animal.
T:¿Qué sabe de ese animal?
P: De mi, de mi verdadera esencia.
Interpretación:
El hombre pequeño, el niño, está entre lo animal (que le da
asco y miedo), lo instintivo y lo
cultural que lo hace humano, que lo hace hombre. El acercamiento a lo
infantil (no civilizado) al principio le
da miedo, pero poco a poco lo va perdiendo y se va acercando a lo animal que es
su verdadera esencia
P.: La conciencia humana es construida, la estructuran desde
la religión, la ética, la moral la política; la cultura nos manipula a su
antojo. La parte animal es el fondo
insobornable, la verdadera esencia
humana que no ha sido trastocada por la cultura. ¿Qué debe hacer uno,
dejarse llevar por el placer?
T.: La esencia implica ser egoísta, atropellar al otro,
hacer las cosas sin importar el otro.
P.: Pero sería
tachada de loca, mezquina, irreverente, detestable, y herir a mucha gente… Pero
uno debe se fiel a uno mismo.
¿Por qué siento miedo y asco
ante mi instinto natural?
¿Por qué la cultura lo tacha de malo?
El individualismo
se tacha de malo y se contrapone a lo social.
Siempre hay una
discrepancia entre lo que uno quiere y debe hacer. La gente quiere hacer lo
contrario, seguir su instinto. Esa es la Ley del más fuerte.
Me mortifica que lo que hago, afecte a otros.
Me mortifica renunciar a lo que quiero por complacer.
Es horrible estar
entre opuestos. A
veces hay que renunciar a uno de los dos.
A veces mi mundo, es un mundo de
mentiras. Les miento para complacer. Cada uno tiene una idea de mi, diferente a
lo que soy, porque oculto lo que los hiere y decepciona. Omito cosas y cambio versiones para que no me
juzguen, no soy capaz de ser franca. Estudio las personas para saber que les
gustaría oír y tengo un trato especial
para cada cual.
A cada persona hay que tratarla distinto y me adapto fácil y socializo fácil
RESUMEN:
Ella tiene un saber,
el de la traición e hipocresía, que le
permite aparentar que es humana, cuando
actua desde lo instintivo.
La salida para ella entre los opuestos de lo cultural y
lo instintivo infantil –hombre pequeño-, es la hipocresía, la traición, la mentira,
de hacer y decir lo que el otro espera de ella
para ser aceptada,
pero pensando y sintiendo otra cosa.
Esa no es una salida “íntegra”, integradora
e integral. Permanece dividida entre lo que
es y lo que aparenta.
ANALISIS:
Hay varios juicios equivocados en sus afirmaciones:
Ø Lo esencial del ser humano, es la
“racionalidad”, no lo instintivo.
Ø El instinto no es lo insobornable, de
hecho, es el lado más débil de nuestra naturaleza, por la que nos hacemos
fácilmente sobornables.
Ø Lo que construye la cultura (religión,
moral, ética), es el super-yo (autoridad interiorizada que normaliza, regula el
comportamiento) no la conciencia. Siendo esta (la conciencia), una función del
yo, es crítica frente a la cultura y el instinto. Su tarea es encontrar una
posición “justa”, ante el uno y la otra. Ese es el gran desafío para cada ser
humano, distinto de los demás en las características personales, como en las
circunstancias de su historia. Como resuelva ese entramado, es lo que
desarrolla “su esencia”, su individualidad, su manera “particular” de
inscribirse en la sociedad.
Ø Una
cosa es ser fiel a uno mismo y otra es ser esclavo de su instinto.
Ø Esta joven se debate entre dos amos: el
instinto al que se somete por placer y el Ego que la manipula por vanidad,
obligándola a mimetizarse en el ambiente, aparentando ser lo que el Otro desea
que sea, para aceptarla. En ninguno de los dos casos, es un ser humano
autentico y opta por ser una hipócrita.
El yo
a través de la conciencia, le daría la fuerza de voluntad necesaria, para
someter el instinto y el valor para desafiar la cultura que enajena y dice por
ejemplo: “si no eres rico, no vales nada” y “si no eres talla 4, eres una mujer
fea”, aunque ajustarse a ese parámetro, le cueste la vida.
Ambas,
la cultura thanatica y el instinto de muerte; porque la conservación de la vida
es función del yo), destruyen “lo esencial” del ser humano: ser razón-hable.
Cuando los “liberales” al igual que esta joven, consideran
que liberar el instinto de los límites que la cultura impone (religión, ética,
moral, etc), es el camino al “progreso”, se equivocan:
- Porque es la regresión a lo
infantil del sujeto y lo primitivo de la civilización.
- Porque no es progresar, negar la
realidad porque resulta frustrante. Cuando un medico dice que no se debe
ser promiscuo, no está sumiendo una posición moralista, si bien la moral,
así lo prédica. Si dice que hay que disminuir los carbohidratos y aumentar las
vitaminas y proteínas, no está asumiendo una posición de clase, si bien,
el acceso a una buena alimentación, es un privilegio de clase. Cuando el
psicoanálisis dice que la homosexualidad es un trastorno de personalidad,
no está asumiendo una actitud de intolerancia y discriminación, está
planteando una realidad; allí hay un trastorno narcisista.
Negar la realidad e irse en contra de
“sus leyes”, no conduce por el camino del progreso, sino de la muerte. Esta
joven por ejemplo, cuando sigue el placer, el instinto, lo que le gusta,
destruye una amistad, por poco la vida de su amiga y una relación de pareja.
Cuando no está dispuesta a asumir las
consecuencias de ser lo que es, entonces se camufla en la hipocresía de no ser ella misma, sino aparentar lo
que el Otro quiere ver para ser aprobada, aceptada. Se sumerge entonces, en un mundo de mentiras. ¿ Donde está lo “esencial
e insobornable”?
CONCLUSION.
La hipocresía es una forma de evitar los efectos de la educación
y la civilización y mantener una actitud
salvaje e infantil.
La educación tiene su límite, solo llega hasta donde el
sujeto lo permita y desee. Porque una forma de evitar las consecuencias sociales de no aceptar su ordenamiento, es refugiándose
en las apariencias, en la deshonestidad, en la hipocresía.
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