martes, 28 de mayo de 2013

COMENTARIO POLÍTICO AL CAP IX.

“Repitiendo la historia”

A esta joven lo único que la contiene para no liberar lo instintivo, es la sanción social: “para que no me juzguen, no soy capaz de ser franca”, porque entonces: “sería tachada de loca, mezquina, irreverente, detestable y herir a mucha gente”. Pero si la sociedad tuviera la misma actitud de Juan Manuel Santos de no juzgar y tachar a los que: “fieles a sí mismos”…”se contraponen a lo social” (los narco-terroristas), su estructura libertina sin Dios y sin ley; sin valores, ni principios; nos llevarían al caos. De hecho, si hemos tenido 50 años de violencia y no hemos alcanzado el desarrollo económico y social propio de nuestros recursos naturales y humanos, es porque hemos estado gobernados por chusmeros, que en todas sus formas de lucha, han mantenido la “violencia” en el campo (a través de las Farc) y la “corrupción” en el Estado, desde donde sus cómplices (los liberales), han legislado, administrado justicia y han gobernado a favor del crimen. En este país tienen más garantías los criminales, que la gente de bien. Hay que ver las penas irrisorias con que castigan a los corruptos, cuando lo hacen y que salen ricos con dineros del Estado.

No es coincidencia que esta joven tramposa, traicionera e hipócrita, sea de perfil político: “estudio las personas para saber que les gustaría oír y tengo trato especial para cada cual”…“oculto lo que los hiere y decepciona. Omito cosas y  cambio versiones, para que no me juzguen”…”les miento para complacer”. Y cuando traiciona a su amiga, actúa de forma liberal, “sigue su instinto, la ley del más fuerte”…”que se contrapone a lo social”. Muy propio del liberalismo del país, que por tramposos y traicioneros, se han mantenido en el poder; gracias a la maquinaria que fortalecen con recursos del Estado. De hecho, después del Frente Nacional hasta la llegada de Uribe, de 7 gobiernos (1974-2002), 5 fueron liberales y a los 2 conservadores (Belisario y A. Pastrana), los dejaron subir a apagar los incendios que dejaron Turbay y Samper. Una vez recuperado el equilibrio, volvían al poder; y no por populares, sino por tramposos. Para muestra un botón: Juan Manuel Santos.

Tenemos que recordar, que una vez terminó el Frente Nacional, llegó a la presidencia Lopez Michelsen, a quien se le recuerda como el santo; porque a un mes de gobierno, tenía a millones de Colombianos arrepentidos. J.M Santos batió record, en el momento de la posesión, empezamos a darnos cuenta que nos había traicionado, sospecha que se ha  confirmado con el tiempo.

Es de López Michelsen, de quien recuerdo el primer escándalo de corrupción con la construcción de una carretera al Llano, que poco beneficiaba la región pero pasaba por su finca. No sé qué tan cierta sea esta afirmación, pues en ese entonces, poco me interesaba la política. Pero de lo que si tengo certeza, es del florecimiento de la economía “marimbera” (marihuana) y del fortalecimiento de la maquinaria electoral que llevó a Turbay a la presidencia. Pues esa noche iba ganando Belisario y al día siguiente a las 7:00 am, teníamos un presidente de escasa favorabilidad: Turbay, en cuyo gobierno, el narcotráfico se fortaleció de tal manera, que creó una inflación que colapsó la economía y por primera vez, escuche hablar de concordato; figura utilizada por las empresas en quiebra como Coltejer, empresa emblemática de Medellín, solida como tantas otras víctimas del nuevo actor de la economía, que se convertiría en un actor decisivo en la política, pues no solo pretendieron llegar a la presidencia con Pablo Escobar, como sucede hoy con los NARCO-TERRORISTAS de las Farc, sino que pusieron “su presidente”: Samper, como de hecho lo hicieron las Farc con Juan Manuel Santos. Ambos, Samper y Santos, para sorpresa del país, tenían “nuevos” mejores amigos. Y aún después de esa experiencia, no se ha creado la figura de “revocatoria de mandato presidencial”.

Y si en esos 28 años, la violencia y el crimen organizado continuaron su curso, es porque aun los gobiernos conservadores de Andrés Pastrana y Belisario Betancur, no creyeron en el Estado de Derecho, sino en la negociación con el crimen: “no juzgar”, “no tachar” (no penalizar), a los que se contraponen a la sociedad.

Preocupa entonces, que un político perverso y antisocial (ver comentario político al cap 1), como Juan Manuel Santos,a través de los medios este difundiendo “sus ideas liberales”- sin espacio en los medios, en igualdad de condiciones (horario, duración y frecuencia), para plantear las tesis contrarias, con las que muchos comulgamos- que tan dañinas han resultado para el imperio de la ley y el desarrollo social.

 Lo que sucede en Venezuela hoy (como un espejo), me permite comprender lo que ha sucedido en la política nacional. Y es que, cuando los “Chusmeros”  gobiernan, la violencia, la corrupción, la impunidad y la pobreza, se apoderan del país. Venezuela ha iniciado un tortuoso camino, que nosotros no hemos podido superar. Porque cuando los perversos llegan al poder, es difícil que salgan de ahí, cualquier cosa vale para mantenerse, porque ellos no reconocen leyes, ni limites y el Estado que esta para proteger a la sociedad civil de los criminales, protege a los criminales de la ley, por “negociaciones de paz”. Llegan al poder y entonces” ellos
  son la ley” (no sus representantes y defensores), porque gobiernan sin Dios y sin ley.

Los liberales tan afines al socialismo del siglo XXI, no creen en la ley, “su deseo es la ley”. Por eso la delincuencia se crece y fortalece, incluso, al interior del Estado,






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