viernes, 7 de septiembre de 2012
Capítulo 1: Tumbar la cabeza
Desconocer la autoridad, genera caos.
En mi trabajo clínico frente a la dificultad de entender el ordenamiento interno con el que los pacientes respondían el “test grupal” de Humanitas, test que consiste en ubicar los miembros de la familia en los diferentes cuadros de acuerdo a la estructura de la familia, me vi en la necesidad de emplear la enumeración como una alternativa de comprensión de lo que el lenguaje no me permitía entender. Por ejemplo, la jerarquía, los acercamientos y los distanciamientos afectivos, entre otros.
Enumerar, entonces, me permitía comprender quién era la persona más importante y la más insignificante, quién era el primero y quién el último, o cuál de ellos quedaba por fuera de la estructura y por qué.
En este ejercicio empecé a encontrar que las personas tenían diferentes formas de organización interna, pero estas eran el resultado de ubicar el 1 como autoridad en el lugar donde se ubica la “cabeza”, el “cerebro”, la “racionalidad” (ver Cuadros 3 -10), en contraposición con estas formas de ordenamiento interno, existían otras respuestas caóticas, que generalmente se presentaban en personas que tenían el número 1 “fuera del lugar apropiado”, (ver Cuadros 11 -14).
Una de estas personas, es una paciente que llega a consulta solicitando ayuda porque “no controla su rabia”, en cambio si pretende “controlar demasiado a su pareja” y gracias a esto han tenido muchas dificultades. Entre la pruebas de evaluación empleadas está el “Test Grupal“ de Humanitas, con una modalidad nueva: “ enumerar los cuadros de 1 a 20 en orden de importancia”. La primera prueba es caótica, no tiene orden que permita darle coherencia a la enumeración (Ver Cuadro 1). Al inter
· “Lo más importante”.
· “ A partir de él se toman las decisiones”
· “ Mi jefe”
· “ Mi cerebro”
· “ El motor”
Al hacerle caer en cuenta del lugar asignado el N°1 responde:
“ ¿Tengo que cumplir esa estructura?”
“ Yo podría cumplir mi propia estructura"
“ En un hogar no debe haber un N°1”.
La terapeuta le responde: Entonces podríamos afirmar que su posición es:
“Yo podría cumplir mi propia estructura”
“En un hogar donde no exista el N°1”
“Donde no exista un jefe, una cabeza”
Al declararlo así, ella misma retoma la enumeración y dice: “ Esto debería ser así” (Ver Cuadro N°2).
Queda entonces claro porque ella no controla su rabia: “no tiene autoridad“ interiorizada, (“Yo podría cumplir mi propia estructura”). Y si en cambio, controla a otros.
Cabe preguntarse entonces, qué es lo el que sujeto libera cuando no tiene autoridad interiorizada, cuando no tiene un “orden” interno".. La respuesta es: la rabia
De este caso concluimos que cuando se tumba la cabeza (la autoridad que pone límites) se libera lo pulsional Thanàtico (la agresividad), es la locura, es el caos.
En términos psicoanalíticos diríamos, que cuando no se ha interiorizado el Super – Yo (la autoridad), el Yo pierde las defensas de los mecanismos que lo ayudan a contener el Thanatos y adecuarse a la realidad (uno de estos mecanismos de defensa es la racionalización) y el sujeto queda bajo el dominio del placer, del desenfreno de la pulsión, del instinto que no sirve a la “conservación de la vida”, pues ésta, es una función del Yo .
De otro lado Piaget decía: “ ...todo acto inteligente supone algún tipo de estructura intelectual, alguna forma de ORGANIZACIÓN, dentro de la cual se desarrolla. La aprehensión de la realidad siempre implica interrelaciones múltiples...”
Pero en el caos que se produce cuando no hay una cabeza, qué forma de organización puede servir de estructura intelectual al acto inteligente?. ¿Qué adaptación a la realidad se puede dar cuando prevalece el placer, cuando se libera lo pulsional; sin los diques que pueden diferir la energía psíquica en beneficio de otras actividades culturales (como la sublimación)?
Es curioso observar:
1. Que las personas que no tienen autoridad entran en un caos (Cuadros 11-14).
2. Que entre ellas no hay similitud (Cuadros 11 -14)
3. Que la persona que tiene autoridad, se organiza interiormente (Cuadros 3-10)
4. Que entre algunas de ellas se establece un lenguaje común (Cuadros 7-10) y curiosamente son las que se organizan horizontalmente, que según el lenguaje simbólico remite a lo democrático y lo fraternal. Es como si las personas que interiorizan la autoridad y respetan a los otros, porque los tienen en cuenta, lograran un lenguaje común.
Pero veamos en otro caso el impacto de la caída de la autoridad en la estructuración del sujeto.
Es un joven Universitario que habla de sus fantasías que se resumen así:
1. Ser un franco tirador: es la forma de homicidio en la que menos se arriesga, sólo a hombres, un magnicidio, sólo a hombres y de un disparo en la cabeza, verlos “ caer” eso es divertido.
2. En una bañera mi amante y yo haciendo el amor en medio de la sangre de los dos, sin sonidos y al cansarnos, cortarnos las venas.
De la mujer de esta fantasía no he estado enamorado, sólo me interesa el físico. Las fantasías de amor son de héroe salvador.
Esta mujer más parece un hombre: por delgada (sin cadera, ni senos) y la asocia con su hermana, que se parece a él: delgado y rubio.
Es claro que, cuando:
1. Se tumba la cabeza (la autoridad): un hombre “grande”.
2. Entonces el sujeto libera lo pulsional (incestuoso y thanático), en un baño de sangre...de su propia sangre.
En su condición de sádico, el goce no es erótico sino thanático, goza con la muerte y el dolor, no con la vida y la felicidad. No es un goce objetal sino narcisista: disfruta el dolor que se le inflinge al otro (la hermana) en tanto se le parece; la odia como a sí mismo.
La mata como desea morir él. Y efectivamente, mueren de forma idéntica y simultánea.
Eso explica que los homicidas sean generalmente suicidas de forma simultánea: a la vez que matan a otro se exponen a morir ellos mismos.
De igual manera el sádico es simultáneamente masoquista: goza la muerte del otro (la hermana), como si fuera la propia: “nos parecemos”, “ella parece un hombre”. Es objeto y sujeto de goce al mismo tiempo.
DIFERENTES FORMAS DE ORGANIZACIÓN
ORGANIZACIÓN CON LENGUAJE COMÚN
CAOS
RESUMEN
Cuando el sujeto tumba la cabeza (la autoridad que pone limites), libera lo pulsional Thanatico (la agresividad), entonces se produce el caos.
En este caos , no se puede dar la organizaciòn dentro de la cual se desarrolla el acto inteligente.
Prisionero del principio del placer, no puede aprehender la realidad.
CONCLUSION.
Al desconocer la autoridad que impone “orden”, que da ordenes; no la interioriza, y si no tiene que le ponga limites al principio de placer, el principio de realidad no se desarrolla, el Yo se atrofia y el Ello sufre una hipertrofia, con el consecuente inflamiento del Ego que es narcisista, que desconoce al otro diferente y solo odia con pasion –como a sì mismo- al semejante. Porque es el odio, no el amor, lo que se desarrolla con el Ello a travès de su instinto de muerte, que es el que sustenta el principio de placer.
Quienes solo buscan el placer –sin los limites que impone la realidad- se encuentran a la muerte.
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